viernes, 8 de noviembre de 2013

AMOR CIBERNÉTICO

Se trata de un apasionado poema, en donde, como es natural en esta antología, tiene el protagonismo principal la distancia y la “fria pantalla” que separa los cuerpos. Es la gran contradicción: con las herramientas informáticas no existe la distancia, pero... ¿y la pantalla que divide y separa? Ahí nos damos de bruces, nos despertamos del sueño y reparamos en nuestra definitiva impotencia.




Aportación nº 53 tomada de: http://www.postalesedith.com/mi_amor_cibernetico.html


MI AMOR CIBERNETICO


Mi querido compañero cibernético
que cada noche me hiciste tu mujer,
que llenaste cada poro de mi piel
con tus besos incesantes de placer.

Hombre recio, tierno y arrogante,
dulce, sensual, lleno de matices,
que en su forma de amar constante
me hizo una noche su amante.

Apasionados y locos, embriagantes,
con la complicidad de amarnos
y entregarnos siempre en un instante
esa gama de colores al besarnos.

¿Dónde quedó la distancia que separa
tu amor y mi amor, nuestro sentimiento,
y ese mundo tan lleno de color
que una noche construimos los dos?

El mar... cómplice de nuestras fantasías
donde cada noche, bajo la luz de la luna
nos entregábamos con ansia pura
enredando mis pies a tu cintura.

¡Qué bello es entregarse con amor
a ese ser que me llenó los sentidos,
no importando cuán grande es la distancia
si sus brazos para mí fueron dulce abrigo!

Y qué importa que una pantalla fría
dividía entre los dos tu cuerpo y el mío,
si vivimos éste amor sin condiciones
y nos llenó el corazón de ilusiones.

¡Sí, en mi corazón existen muchas sensaciones
que me envuelven en dulces emociones!


Edith

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